lunes, 14 de marzo de 2011

Aporte Diana Carolina Espinal

Para reflexionar:
CONSTRUYENDO MI PAZ
Paz interior
Casi siempre que se habla de paz se piensa en algo que solo incumbe a  los demás, en situaciones exclusivamente externas o asuntos que competen a las fuerzas armadas o al gobierno y lo que es peor, que la paz se consigue con la guerra.
Pero, la verdad es que los seres humanos luchamos por lograr la paz y sobre todo la paz interior. Como se ha planteado en volúmenes anteriores, la paz interior depende de las buenas relaciones con nosotros mismos y con los demás.
Nuestra paz personal depende del auto concepto positivo,  de la valoración de la fe y la confianza en si mismo. Sin embargo,  como el mundo esta cambiando, todo en el esta en permanente cambio y los cambios nos perturban por que nos instalamos para no desacomodarnos, entonces perdemos la paz, nos da rabia, cólera, nos disgustamos y nos indisponemos contra todos y contra todo. Se inicia así una batalla interna que no se puede eludir. Se altera nuestro interior y nuestra vida.
La lucha la empezamos  a ganar si comprendemos el motivo por el que actuamos así, como dice Anthony  de Mello si caemos en la cuenta de que hemos sido programados para disgustarnos y asumimos una actitud de control sobre nuestro temperamento y nuestra forma de reaccionar.
 Perdemos la paz por que nos apegamos  a la situación que hemos logrado y no la queremos cambiar, nos apegamos a lo que tenemos y no lo asumimos con desprendimiento.
El conflicto comienza cuando aseguramos: esto es mío y no lo soltamos. Al respeto Esther de Wall, afirma: es señal de madures cuando nos regocijamos por lo que tenemos y no nos lamentamos por lo que hemos perdido o jamás tuvimos.
Para alcanzar la paz interior es indispensable no dejarnos ofender, estar por encima de los agravios y para obtenerlo hay que hacer todos los días el ejercicio de programarnos mentalmente para que las  ofensas no nos afecten.
Si logramos la paz interior podremos ser propagadores  de paz.
Si somos sinceros y nos engañamos  ni engañamos a los demás, estaremos logrando la paz interior.
Si trabajamos con amor, alegría y dedicación, estaremos logrando paz interior.
Si somos justos con nosotros y con los demás estaremos trabajando por la paz, por que el fruto de la justicia es la PAZ.
Diana Carolina Espinal Cifuentes
10. b 

5 comentarios:

Anónimo dijo...

¿QUIEN FUE JESUS?

Jesús de Nazaret, también conocido como Jesucristo o Cristo, es, para algunas religiones como el catolicismo, el hijo de Dios que vino al mundo a redimir a los hombres de sus pecados, por lo que fue crucificado y resucitó al tercer día. Para la religión islámica, Jesús, fue uno de los más importantes profetas. A partir de su nacimiento es que se estableció un quiebre en el conteo de los años de la historia en el calendario occidental, por lo tanto, vivió desde el año 0 hasta, aproximadamente, el año 33. El conocimiento actual que se tiene de la vida de Jesucristo está plasmado en los cuatro evangelios recogidos en la Biblia.

Según la tradición cristiano y los escritos bíblicos, Jesús nació en Belén, pero junto a sus padres María y José, debió huir a Egipto porque el rey Herodes lo buscaba para matarlo ya que vio en Él a un posible rival. Cuando Jesús regresó a Nazaret, al sur de la región de Galilea, fue bautizado por su primo Juan Bautista a orillas del río Jordán. Durante la ceremonia se vio descender al Espíritu Santo en forma de paloma y se escuchó la voz de Dios desde el cielo.

Más tarde, Cristo, guiado por el Espíritu Santo, partió al desierto donde fue tentado por el demonio. Estuvo cuarenta días y cuarenta noches ayunando. Después de este período, Jesús comenzó su vida pública como predicador de la Buena Nueva. Ésta era la promesa de la vida eterna gracias al envío que había hecho Dios de su hijo para redimir al mundo. Para llegar a los fieles, lo hizo tanto al aire libre como en las sinagogas, y fue muy común que utilizara parábolas para darse a entender mejor.

La originalidad de su discurso radicaba en poner el amor a Dios en el centro de la vida. Y este amor debía materializarse en todas las formas posibles, incluso amando al enemigo y al enfermo.

Durante su recorrido por los pueblos y aldeas, Jesús iba haciendo milagros entre los judíos. Sin embargo, mucha gente no creía en sus palabras, por lo que tuvo disputas con la jerarquía judía y, especialmente con los fariseos. Pero Cristo estaba acostumbrado a estas situaciones y nunca se dejó amedrentar por los incrédulos.

katerine ramirez 10-B

Leydy Yeleny Bustamante A dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mery Higuita dijo...

¿Seremos capaces nosotros los estudiantes de encontrar realmente nuestra paz interior?

Para nosotros es muy dificil encontrar nuestra paz interior, sobre todo por que hay o abemos quienes en ocasiones nos preocupamos màs por la vida de los demas que por la nustra. Ademas siempre nos mantenemos ala defensiva contra las ofenzas que recibimos y si perdonamos no lo hacemos de todo corazòn, de lo que si estoy segura es de que si pusieramos de nuestra parte y buscaramos nuestra propia paz interior tendriamos un gran cambio positivo en la forma de vernos y de ver a los otros.
La tranquilidad de nuestras vidas la encontramos nosotros mismos y esta es una gran forma de ayarla; no seras feliz si no encuentras tu paz interior (TE INVITO PARA QUE HAGAS ESTE BUEN EJERCICIO).

MERY HIGUITA
GRADO:10-B

sara dijo...

Si eres el protagonista de tu historia, ¿por qué alteras tu tranquilidad y disminuyes la paz que invade tu mundo? Acaso no es hermoso hacer feliz a quien está a tu lado; nunca te has preguntado como comenzó un conflicto que parece guerra sin fin y que a la hora de la verdad no tiene razón de ser.
Es Extraño, la mayor parte del tiempo juzgamos los errores que tienen los demás; pero ni siquiera nos tomamos un segundo para buscar cuantas veces nos hemos equivocado de la misma manera. Tal vez el mundo sería un poco más claro, si cada vez que calificáramos las actitudes de una persona apareciera un cristal reflejando cada una de nuestras faltas.

Sara Tobón Cataño
10ºa

Anónimo dijo...

Semana Santa

Durante esta celebración tan importante para la cristiandad como lo es La Semana Santa, todos debemos recordar la importancia de la vida de Jesús y que por medio de su muerte y resurrección la humanidad puede obtener el perdón de sus pecados y alcanzar la vida eterna.

La "Semana Santa", se trata de la celebración que recuerda los últimos días de permanencia física del maestro Jesús de Nazaret en este planeta, y su importancia radica en lo trascendental de su existencia terrenal por la manera en que él eligió vivir en la práctica sus enseñanzas, aún ante las situaciones tan adversas que rodearon su partida.

En esta semana de reflexión y paz, hice lo posible para interactuar y estar por lo menos algunos días reunida con Jesús y con toda su vida.
Me dedique a rezar, a orar y a pensar mucho sobre mi vida, a recapacitar y tratar de cambiar mis malas actitudes y mis malos actos.
Lo mejor de todo es que en todo lo que participé lo hice porque me nació y no porque me lo impusieron; y todo esto me hizo reflexionar y pensar:
Nos quejamos mucho por nuestra forma de vida, sabiendo que muchas personas, viven y vivieron peor, además ver todo lo que sufrió Jesús y todo lo que hizo por salvarnos a nosotros que somos pecadores, pecadores que no somos capaz de perdonar a alguien que en algún momento se equivocó o se dejo llevar por las tentaciones. Por eso pensé y aprendí que es mejor perdonar, que vivir toda la vida con rencores.

Daniela Peláez Cárdenas
10°a

¡Señor mio y Dios mio!!!!

¡Señor mio y Dios mio!!!!
La Creación del Hombre